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                                        NAVIDADES 2021 

¡Qué pereza! El nacimiento, los adornos, todo bien guardado, desde hace dos años durmiendo en el altillo. Toca bajarlos. Ya falta poco y a los peques les hace ilusión. Si no fuera por ellos…

Estoy sola en casa y me pongo a la tarea. Me subo sobre una silla ¡Madre mía cómo pesan! A ver si me voy a dar un trompazo y entonces si que les doy a todos las Navidades. Con cuidado, con mucho cuidado, voy bajando cajas y las voy dejando a mano. Subo y bajo, subo y bajo una y otra vez. La última. Las miro y recupero poco a poco la respiración. Abro las cajas una a una y voy sacando todo despacio, con cuidado. 

Suena el teléfono. Una videollamada. Ya sé quien es:

¿Qué haces abuela? A ver, a ver… ¡Hala, cuántas bolas, qué guay! Y eso ¿qué es? A ver, a ver, abuela ¿Dónde está Olentzero? A él le gusta mucho apretarle la mano porque cuando lo hace canta y baila ¡Mamá…mamá…quiero ir a casa de la abuela! Otro día, cariño. 

Mientras voy colocando el Nacimiento, saltan los recuerdos.

Hubo otras Navidades en las que la pereza y el cansancio no estaban presentes:

Mamá, papá ¿Cuándo vamos a ir a por el musgo? ¿Podemos recoger también alguna rama de acebo, piedras para el río y corcho para el portal? ¿Cuándo vamos a poner el belén? ¿Comprarás turrones? A mí me gusta el royo y las anguilas. Papá, tenemos que escribir la carta a los Reyes. Yo quiero…y yo…y yo….No, que eso me lo he pedido yo.

Interviene mamá tratando de poner un poco de orden:

“Hala, dejad de pelearos que siempre acabáis en lloros. Vosotros  portaros bien para que los Reyes, que todo lo ven, os traigan regalos. Y si no, vais a recibir un saco de carbón.” 

Retazos e imágenes de un tiempo lejano ¡y tan cercano en algunos momentos!

El calor de la cocina de leña, las castañas asadas al atardecer, el olor del cardo y el besugo de Nochebuena, los villancicos en torno a nuestro Nacimiento, los buenos propósitos “Nadie va a reñir ni nos vamos a enfadar, ni esta noche ni el día de Navidad”

La ilusión y el nerviosismo de la noche de Reyes. Papá que nos llama: ¡Qué ya han venido! 

Papá y mamá tirando del carro y nosotros seguros y confiados. 

Suena a través de la radio:

                                          “Campanitas que vais repicando

                                          Navidad vais alegres cantando

                                          A mí llegan los dulces recuerdos

                                          del hogar bendito donde me crie”. 

Otra vez el teléfono:

Mamá, las compras…Mamá, acuérdate…Mamá ¿quieres que…? Tú ¿Qué harías? ¿Qué te parece si…? Abuela ¿me podrás ayudar?

Ahora soy yo la que tiene que dar seguridad, la seguridad que no tengo algunas veces. 

Esto ya está. Mi espalda se queja. El tiempo no pasa en balde.

Unas fotos con el móvil para que los peques vean el resultado. La verdad es que siempre les parece estupendo. Seguro que les habría encantado participar pero esta maldita pandemia nos tiene a todos descolocados.

Una buena noticia. Sé que a nuestro chiquitín le va a gustar. Olentzero estaba visitando el taller de reparación de Olentzeros. Se le había roto la cadera. Ya sabíamos que no tenía arreglo. También le afecta el paso del tiempo pero…aunque no pueda bailar ha vuelto a casa cantando con la misma energía de siempre. Lo cuidaremos. 

Satisfecha de haber hecho lo que iba dejando de un día para otro.

¡A ver qué nos deparan estas Navidades! 

                                                                                                                                                                                               Marian Marco

                                                                              14 diciembre 2021                                  


                                 REVISTA “EXPERIENCIAS” 

“Aquí estamos, tratando de sacar adelante un nuevo proyecto, nada más y nada menos que una revista” “Somos conscientes de cuáles son nuestros recursos y nuestras limitaciones”.

Con esas palabras, en diciembre del 2013, comenzaba a hacerse realidad aquel proyecto inicial.

Año tras año fuimos publicando nuestra revista, hasta un total de 14 ejemplares. La última en tiempos de pandemia. Aún  añadiríamos el “magnífico álbum de los amigos” que bajo el título “Diez años disfrutando” resultó un estupendo broche fotográfico de las actividades que habíamos compartido. 

Todas, impresas en papel, que nos encanta, nos permite tenerlas a mano en cualquier momento. Y mirarlas una y otra vez y recrearnos en sus contenidos.

Mientras las hojeamos, se generan en nosotros sentimientos variados.  

Comenzamos mirando y admirando sus portadas y el diseño de sus páginas interiores ¡Cómo nos gustan y cuánto han ido evolucionando!

En el interior, reseñas y comentarios de nuestras actividades, derroche de creatividad y de buen hacer, buscando diversión y formación a partes iguales.

Seguimos con temas variados, apoyados por  escritos de personas de reconocido prestigio en cada uno de los que abordamos. Nos prestaron su colaboración de forma muy generosa y amable, sin conocernos.

A continuación nuestros textos, cargados de recuerdos unas veces, otras de emoción y siempre de deseos de comunicación, sentidos y expresados.

Ahí se escapa una lágrima… Tomás, querido Tomás ¡Cuánto nos ayudaste y enseñaste! Fue un lujo que estuvieras a nuestro lado en esta aventura.

Y no podemos dejar de mirar con atención, y a menudo con una sonrisa, las evocadoras fotografías de momentos y situaciones vividas y disfrutadas.

Nos provocan cierta nostalgia por un tiempo pasado que fue bonito, emoción y orgullo por lo que fuimos capaces de hacer y… ¡hasta podemos escuchar las voces de cada uno de los compañeros y compañeras de esta experiencia tan intensa! 

Todas las revistas que hemos publicado nos hablan de vivencias, de intereses y de afanes compartidos y, lo más importante, de lazos de amistad que se fueron creando.  

De una u otra manera hemos estado todo el grupo implicado de diversas maneras; buscando temas y colaboraciones interesantes, aportando sugerencias, organizando los contenidos, buscando atractivas presentaciones, a través de la escritura de los textos, recogiéndolos y enviándolos  para su revisión, de las fotografías… llevando a la imprenta, distribuyendo ejemplares… todos, todos  juntos colaboramos para que fuera un éxito.

Buena parte de nuestra vida, como grupo, está ahí, en sus hojas.

Una pandemia vino a decirnos que habíamos de recluirnos, y que el estar juntos podía ser peligroso. Una vez más tuvimos la necesidad de adaptarnos  a una realidad social, familiar y personal diferente y adversa. 

El hecho de no coincidir en las clases, cuando se reanudaron, la necesidad de atender a  nuevas situaciones familiares y nuestra propia evolución personal fueron razones importantes para tomar decisiones.

Si algo hemos aprendido, y seguimos aprendiendo, es a aceptar lo que la vida nos ofrece. En ocasiones, buenos momentos, en otras, no tan buenos y, a veces, algunos difíciles de pasar. Y que, si lo intentamos, somos capaces de sacar el mejor partido a lo que tenemos. 

Ahora, con cierta pena, suspendemos por el momento una actividad que nos reportó muchos de esos buenos momentos y que nos ha resultado muy, muy gratificante.

Pero no por ello dejamos muy lejos el papel y el bolígrafo porque… ¡estad atentos que algo se nos ocurrirá! 

¡Salud! 

MARIAN MARCO

29 noviembre 2021

                                                                        
                                                                

                                                                                                                                                        REENCUENTRO 

¡Qué lejos nos queda aquel 8 de marzo del 2020!

Nos habíamos reunido, en una jornada reivindicativa, para reflexionar sobre la situación de las mujeres en la sociedad. Poco imaginábamos la que se nos venía encima pero no tardamos en saberlo. Una maldita pandemia asolaba nuestros pueblos y ciudades.

Miedo, mucho miedo, incertidumbre, desconcierto…y una gran bofetada de realidad.

Formábamos parte de la población de riesgo ¡Y pensar que solo unos días antes nos sentíamos fuertes! Teníamos ideas, energía, deseos de disfrutar a tope de la vida, reivindicábamos nuestro papel activo en la sociedad, estábamos convencidos de que podíamos aportar cosas importantes, acudíamos a la universidad y éramos asiduos a actividades culturales.

 La pandemia vino a decirnos que formábamos parte de la población más vulnerable, la de más edad, la más expuesta y que habíamos de cuidarnos especialmente. Y nos aislamos. Nos recluimos en nuestras casas y se acabó el contacto físico con nuestras familias, con nuestros amigos, con nuestros vecinos. La dimensión social de nuestras vidas quedó muy tocada ¡Ahora sí que nos sentíamos mayores!

Nos hicimos cantidad de preguntas. Preguntas sin respuesta:

¿Saldremos de esta algún día? ¿Volveremos a nuestras antiguas costumbres? ¿De qué manera nos afectará este largo paréntesis vivido? ¿Cambiarán nuestras prioridades en la vida?.. 

Llegó un momento en el que comenzamos a salir del aislamiento, muy poco a poco, al ritmo que las autoridades iban  relajando las medidas de confinamiento. Volvimos, con algo de miedo, ciertas reservas y muchas precauciones, a disfrutar de algunas de aquellas actividades que nos producían tantas satisfacciones, como la lectura y el cine, en pequeño grupo. 

Al comenzar este curso, retomamos las clases suspendidas. Nos íbamos viendo algunos por el Aulario ¡qué ilusión! Parecía que unos con otros nos íbamos animando.

Y un buen día de octubre de este año 2021, vemos en una foto, a través del teléfono móvil, a nuestra junta directiva. Junto a la foto nos adelantan que están preparando la cita para que acudamos a una asamblea y a una comida ¡Vamos a ver como están esos ánimos! El 27 de octubre, miércoles, es la fecha elegida.

La respuesta fue entusiasta. Salió un día radiante, luminoso, que invitaba al paseo y a disfrutar de la jornada con buenos amigos. Saludos, besos, abrazos ¿Cómo estás? ¿Qué sabes de…? ¿Te acuerdas? ¡Cómo nos reímos! Buen humor, alegría, conversaciones para ponernos al día en los corrillos…En la asamblea, proyectos y deseos de retomar todo aquello que una pandemia paralizó.

El encuentro fue emocionante. Como si el tiempo se hubiera detenido, como si el paréntesis solo hubiera sido un mal sueño. Volvemos a juntarnos.

                                                                                                      Marian Marco

                  3 de noviembre de 2021

                                                                                                    

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